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CAPÍTULO 10   EZEIZA DE NOCHE - RÉCORD ARGENTINO                                                 


EZEIZA DE NOCHE  (Lanzamiento nocturno)

                                                                                                                   Héctor Toto Gerling
Un poco de historia                                                                                                               26-11-2010  

   A principio de los años 70 del siglo pasado, el Club Argentino de Paracaidismo (CAP)  pasaba un muy buen momento institucional que se reflejaba en lo deportivo.
  
   Para esa época un grupo de paracaidistas socios del CAP recientemente formados por el club, iniciaron la tarea de  organizar un salto nocturno con caída libre con la idea de adquirir experiencia en esta clase de operación y establecer un récord nacional de lanzamiento nocturno en grupo de 6 paracaidistas con apertura retardada (Clase  G.2.b) según lo codifica la Federación Aeronáutica Internacional - FAI. Hasta ese momento, la República Argentina no contaba oficialmente con una marca homologada por la autoridad nacional deportiva como récord nacional en esta clase de saltos.
   
Es así que estos paracaidistas del club, comenzaron su largo y tedioso recorrido tendiente a obtener todos los elementos necesarios para llevar adelante y con éxito este emprendimiento. Se requería personal de fiscalización de la Federación Argentina de Paracaidismo (FAP), instrumentos de seguridad como el altímetro/cronómetro con iluminación, aeronave apta, autorizaciones oficiales, establecer el lugar para el evento y tantas otras cosas que surgían a la par que otras se cumplían.
   
   Debo reconocer que no me tocó trabajar en estas cuestiones. Más bien yo me incorporé casi a lo último y creo que fui invitado por estos muchachos, quizás para ayudarlos en algo. Sin embargo fui de la partida, y no solamente salté, sino que me designaron para apuntar el salto.
      
El grupo estuvo integrado por Renato Beccari (Italiano), Gustavo Pérez, Armando Agosta, Alfredo Rosi, Carlos Alejo Russo, Alfredo Jesús Albertengo y yo Toto Gerling.
       
   Recurriendo a mi Libro de Lanzamientos, este salto nocturno lo llevamos a cabo el 12-MAR-1971, lo tengo registrado con el número 709 y 68 segundos de caída libre. El lugar elegido para el salto fue el Aeropuerto Internacional de Ezeiza.
      
   Es así que el jueves 11 de Marzo del año 1.971, siendo aproximadamente las 20:30 horas fuimos llegando los paracaidistas integrantes del equipo actuante al aeropuerto; como asimismo los Jueces PAP/FAI sres. Tomás D. BERRIOLO y Antonio ROMÁN, en representación de la Federación Argentina de Paracaidismo, quienes tendrían a su cargo la fiscalización y homologación oficial de la performance de la prueba.
   
   Aproximadamente a las 21:00 horas nos reunimos en una amplia sala el grupo de 6 paracaidistas, y los jueces con el fin de ultimar todos los detalles referidos al lanzamiento. Fue muy agradable contar con la presencia de una cantidad de paracaidistas, amigos, novias y parientes que vinieron a darnos su aliento y apoyo.
    
   Una vez aclarados todos los pormenores tendientes a superar cualquier inconveniente que pudiera surgir en el desarrollo del salto, finalizada la coordinación para el embarque de la aeronave, del turno de abandono de la máquina, de la metodología de utilización periódica del oxígeno disponible a bordo, de determinar el lugar de reunión después del aterrizaje, etc., nos pusimos a disposición de los jueces FAP.
   
   Posteriormente el Juez FAI (en tierra), sr. BERRIOLO, registró en planillas oficiales todos los datos correspondientes a cada participante, para validar el intento de establecimiento de esta marca en el paracaidismo deportivo nacional de promedio de caída libre nocturna de grupo de seis (6) integrantes, mientras que el Juez ROMÁN que oficiaba de Juez a bordo, preparaba el barógrafo que llevaría en la aeronave, como asimismo el botellón proveedor de oxígeno.
  
   A la espera de la hora de lanzamiento nos abocamos de inmediato a las diversas tareas de preparación en tierra, consistentes entre otras al acondicionamiento y control del material de paracaídas, la colocación de la iluminación sobre el panel de instrumentos (pequeña linterna), la ubicación de bengalas en las botas (modelo MK- 13), etc., además de cargar y asegurar en el avión lanzador el barógrafo para la fiscalización, que emplearía el Juez FAP Antonio ROMÁN para determinar la altura del lanzamiento, como así también el botellón proveedor de oxígeno que también él administraría.
  
   Durante el tiempo de espera se habían dado cita numerosos compañeros paracaidistas de clubes amigos, tales como el Club Atlántico de Paracaidismo Deportivo (Mar del Plata), el Círculo Argentino de Paracaidistas Cóndor, de Gregorio de Laferrere (o San Justo, como se lo conocía), paracaidistas del CAP, amigos, simpatizantes, novias y familiares de los participantes, quienes desde el primer momento siguieron con interés las secuencias de la preparación previa al lanzamiento.
   
   Al ser éste un salto fiscalizado por la Federación Argentina de Paracaidismo, cumplimos con los requisitos establecidos reglamentariamente para su homologación como establecimiento de un récord nacional. De allí los controles documentarios que previamente había requerido el Juez FAI Tomás BERRIOLO.
   
   Es por este motivo que Antonio ROMÁN actuaba como juez a bordo del avión, quien estaba a cargo de la fiscalización de la prueba en su función de Juez Nacional FAP, y además se desempeñó como una especie de "auxiliar de oxígeno"; en tanto que en tierra, en las instalaciones del Aeropuerto Internacional Ezeiza, se encontraba el Juez Internacional (FAI) Tomás BERRIOLO, en la zona donde teníamos programado aterrizar. La idea era buena, aterrizar en el mismo lugar que despegamos...ja, ja, ja!!!

El salto

   La altura del salto fue de 4.240 metros y mi tiempo de caída libre fue de 68 segundos.
Para este fin utilizamos un avión bimotor marca Beechcraft modelo AT-11 (LV-GEV) que los muchachos habían logrado contratar en el ex Aeropuerto Internacional Don Torcuato, provincia de Buenos Aires.
Seguramente esta habrá sido la primer Imagen del avión que vieron los paracaidistas del CAP, al momento de su contratación, para realizar         el salto del día 12-03-71 sobre las instalaciones del Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini de la localidad de Ezeiza.- 
                              FOTO GENTILEZA GABRIEL PAVLOVCIC, CEDIDA POR MICHAEL MAGNUSSON. ORIGEN, NERY MENDIBURU.
  
     Aproximadamente a las 23:45 se procedió al embarque por quienes intervendríamos en el operativo, es decir el Juez de a bordo Antonio ROMAN, nosotros y lógicamente los pilotos. Despegamos a las 00:08 AM ya del día viernes 12.

       
   El piloto fue Hugo Antonio ALBAINI que era el dueño del avión. En aquel momento había trascendido entre los paracaidistas y asistentes al salto la versión que el  piloto estaba vencido en horas de vuelo o no tenía el certificado de habilitación psicofisiológica en vigencia o algo le faltaba. Esta circunstancia le impuso que llevara otro piloto, fundamentalmente para la presentación de los documentos aeronáuticos a la autoridad de control local.
    Sin embargo, casi cuarenta años después nos enteramos por boca del propio piloto actuante que en realidad estaba esperando, a requerimiento de la autoridad aeronáutica local, a otro piloto que cumpliera la función a bordo de copiloto debido a la complejidad del vuelo. Esto hizo que se retrasara notablemente el despegue.

En esa oportunidad utilicé un paracaídas marca Pioneer, modelo Para-Commander (MK-I) Nº  676.612 y un paracaídas de reserva también Pioneer de 24 pies de diámetro, Nº 504.060 color naranja y blanco sin modificación a maniobrable. 
  
Cuando estábamos en vuelo de ascenso, observamos que hacia el oeste, en dirección a la localidad del pueblo de Cañuelas, la presencia de un frente de tormenta bastante grande. Se veía en el horizonte la iluminación a las  nubes que ocasionaban las potentes descargas eléctricas.
 
La corrida final de nuestro vuelo de lanzamiento era justamente hacia el encuentro de esa tormenta y el abandono de máquina se llevaría a cabo pasando el aeropuerto varios kilómetros antes de la misma. La tormenta, a criterio de los paracaidistas, estaba muy lejos para perturbar el vuelo del avión, pero el piloto no se animaba encarar la corrida final de lanzamiento.  

Volando... solos en la oscuridad
 
 El piloto no quería sobrevolar el aeropuerto y menos en dirección a la tormenta. Tardamos cerca una hora y media en el vuelo hasta saltar. El abandono de máquina lo hicimos aproximadamente a las 01:45 AM. Creo que a causa de la exagerada demora en el vuelo de ascenso fuimos afectados por la hipoxia.  Por lo menos a mí me afectó, a pesar que durante el trayecto pude respirar algunas veces un poco de oxígeno aeronáutico que nos ofrecía Antonio ROMAN Juez FAP y “oxigenista”.
   

El piloto quería aterrizar antes que llegara la tormenta; nosotros queríamos terminar el salto.  En ese tire y afloje vimos con Renato BECCARI, que me estaba ayudando en “la apuntada”, el aeropuerto debajo nuestro. En ese momento teníamos 4.240 metros de altura.
 
Renato BECCARI, de nacionalidad italiana tenía Licencia FAP/FAI argentina. Para su caso, la Federación Argentina de Paracaidismo enviaría a la autoridad italiana de paracaidismo la certificación de la performance lograda en el salto, de manera establecer o batir (si correspondiera) alguna marca nacional/internacional en aquel país afiliado a FAI.
       

Debido a la reticencia del piloto en avanzar hacia la tormenta, con Renato, que como dije,  estaba conmigo en la puertita del avión, decidimos saltar directamente sobre la vertical de la plataforma iluminada del aeropuerto que era por donde creíamos que estábamos volando, para luego, en caída libre, tratar de acomodarnos lo mejor posible para producir la apertura de manera que el viento nos traiga hasta la parte iluminada del área prevista para el aterrizaje. (nuevamente risas) ja, ja, ja!!!
  
Bajo esas circunstancias y en esas condiciones avisamos a los muchachos, al juez ROMAN y saltamos...
       
Yo creo que por el apuro del piloto por aterrizar, nosotros,  de saltar, máximo después de haber visto tan lindo el aeropuerto debajo nuestro y  en ese lío de cosas no nos dimos cuenta que el avión estaba en actitud de ascenso.
  
Habremos estado afectado por la hipoxia?  – Es posible. Volamos de noche a altitud crítica por más de 1:30 horas.
       
Enciendo la bengala y salto, atrás mío, Renato…, y luego los muchachos.
  
Cuando me estabilicé y miré hacia abajo en busca de un aeropuerto iluminado, no vi absolutamente nada de lo que esperaba y deseaba. Estaba todo oscuro. Todo negro. Es en ese momento que me doy cuenta que el avión no estaba volando recto y nivelado. Por qué no miré el ala?
  
Cuando saltamos, lo hicimos como a 4 kilómetros antes de llegar a nuestro punto de referencia para el aterrizaje.
     
Aterrizamos tan lejos y desparramados que el Equipo de Búsqueda y Salvamento del aeropuerto  vino a buscar a varios paracaidistas, y otros que aterrizaron mas lejos y no lograron reunirse llegaron al aeropuerto por distintos medios, ya siendo de día. Supongo que cada uno de los integrantes tendrá alguna opinión o comentario de lo que aquella noche sucedió. 
  
Según el registro del juez de a bordo, el lanzamiento desde el avión se produjo a la altura de 4.240 metros. Allí la temperatura reinante era de menos 16º C, cuando en superficie era de más 19º 4 C y la presión atmosférica de 754,5 mm. (Estamos en el año 1.971)
   
El AT 11 aterrizó a las  02:08, o sea después de dos horas de haber despegado y 28 minutos desde el lanzamiento, que según indicó el piloto Hugo ALBAINI, a pesar de todo, se había desarrollado normalmente.
  
Nos cuenta el instructor de Paracaidismo Jorge VILLAROEL presente en el lugar que:
   
- "Después de noventa y cinco (95) minutos de vuelo se pudo observar apenas perceptible, la luz del avión que ya se aproximaba en dirección a la pista, para aproximarse instantes después sobre el aeropuerto, mientras en tierra en todos los presentes reinaba una lógica expectativa reflejada en un silencio general, (temor, inquietud, c...?), con la vista y la atención puestas en el avión. Segundos después, precisamente a las 01:40 horas el primero en arrojarse fue Héctor GERLING, quien hacía de apuntador, y seguidamente tras él fueron saliendo los demás, pudiéndose observar desde abajo la caída libre desde el momento mismo de separarse de la máquina, por medio de la luz que despedían las bengalas que los paracaidistas llevaban acopladas a sus calzados y que habían encendido".
   
Una vez que todos regresamos, pudimos comprobar con verdadera satisfacción que no existió ningún hecho o novedad que pudiera haber empañado este intento deportivo. Los Jueces retiraron el barógrafo de a bordo, fijaron la faja del mismo donde se registró la altura máxima alcanzada, hora, temperatura y presión del momento  como paso previo a la oficialización de la marca.     
       
Lo destacable  
 
Cabe destacar que en la Federación Argentina de Paracaidismo no había existido hasta ese momento ningún antecedente sobre homologación alguna de lanzamientos anteriores, por lo cual éste se convierte en el primer récord nacional en que oficialmente la FAP interviene como entidad de homologación.
   



                                    Página de mi Libro de Lanzamientos donde se encuentra registrado mi salto Nº 709,  certificado y homologado
                               como record nacional nocturno de promedio de caída libre en grupo de seis (6) paracaidistas (Clase G2B -FAP-FAI),
                                       por el Presidente de la Comisión Deportiva FAP, paracaidista Tomás D. BERRIOLO (Juez FAP-FAI).
 
                                                      
Lo importante
 
Es que con este salto establecimos un récord nacional,
 
Lo lamentable
 
Que hasta hoy no ha sido superado!!.
 
La incógnita
 
Aún hoy, hay una pregunta que he hecho y no he recibido respuesta:
  
Por qué si la preparación de este salto tuvo su costo, los muchachos nunca me han dicho cuánto debí pagar?
                                                                                   
                                                                                                                                                                    
                                                                                            Héctor Toto Gerling
     
ººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººº


IMÁGENES RELACIONADAS

  
    
       CARLOS A. RUSSO - ARMANDO AGOSTA - ALFREDO ROSI - GUSTAVO R. PÉREZ
          ALFREDO J. J.  ALBERTENGO - TOTO GERLING
         AUSENTE  EN  LA  FOTO  RENATO  BECCARI
                 Parte del grupo que realizó el lanzamiento nocturno                    
Agregado en la foto Juan A. Di Pierro, que no participó del salto  (abajo derecha)
   FOTO GENTILEZA  GUSTAVO PÉREZ
    
EL PILOTO HUGO ALBAINI AL COMANDO DEL
Beechcraft modelo AT-11 (LV-GEV)
COPILOTO, HECTOR COGO
FOTO:  FACEBOOK de GUSTAVO R´. PEREZ


CONTINÚA EN  CAPÍTULO 11